miércoles, febrero 14, 2007
Los Pueblos Mágicos, Marca Turística
Por José Molina
El Turismo es una de las actividades económicas más importantes del mundo y sus beneficios como promotora de inversiones, generadora del desarrollo regional y empleo, así como importante captadora de divisas han sido ampliamente constatados en nuestro país en las últimas décadas.
Por sus favorables perspectivas y su contribución a la lucha contra la marginación y la pobreza y a la preservación del medio ambiente natural y el patrimonio cultural, el Turismo es considerado cada vez con más frecuencia, por los gobiernos del mundo como actividad prioritaria, lo que produce una fuerte competencia entre países y regiones con potencial turístico.
Si bien es cierto México ha venido desempeñando un papel destacado como país turístico, mucho de su desarrollo ha estado apoyado en la riqueza que tenemos en nuestro litoral. Por esta razón, nuestro país necesita diversificar su oferta y orientarla hacia un nuevo modelo, donde los protagonistas del desarrollo sean, ante todo las comunidades locales, articuladas con los sectores empresarial y social; y los diferentes niveles de gobierno, para crear sinergias entre la actividad turística y el desarrollo sustentable.
Desde el inicio de su mandato constitucional el Presidente de la República reconoció que por su vocación, riqueza y diversidad de atractivos, México encuentra en el Turismo “una de las grandes alternativas para el desarrollo del país”.
Esta visión de gobierno obliga a la definición de propuestas objetivas y prácticas, que mediante el aprovechamiento de nuestro patrimonio turístico, permitan desarrollar productos diferenciados altamente competitivos, que consideren la necesidad de integrar a las comunidades y al entorno en proyectos rentables, que satisfagan a nuestros visitantes, desarrollando profesionalmente nuestras capacidades de organización.
Este es el fundamento en el que se basa el diseño de ideas como la que hoy les presentamos, la cual ha sido objeto de un trabajo de análisis y consulta muy amplio.
Hacia el 2° semestre del 2001, se inicia el Programa de Pueblos Mágicos, opción importante para innovar y diversificar la oferta turística de México y generar desarrollo sustentable en las comunidades locales. Este Programa contribuye a fortalecer los valores de diversas poblaciones del país que son susceptibles de recibir y acrecentar sus flujos turísticos con base en sus atractivos naturales y/o culturales.
La integración de este programa va más allá del aprovechamiento aislado de la atracción de determinadas poblaciones, conlleva el desarrollo de un concepto integral de estructuración y/o fortalecimiento del turismo local, así como de la capacidad de mostrar al turismo nacional e internacional las formas de vida en nuestros Pueblos Mágicos.
Un Pueblo Mágico es el reflejo de nuestro México, de lo que nos ha hecho, de lo que somos, y debemos sentirnos orgullosos. Es su gente, un pueblo que a través del tiempo y ante la modernidad, ha sabido conservar, valorar y defender, su herencia histórica cultural, y la manifiesta en diversas expresiones a través de su patrimonio tangible e intangible.
Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historias, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin MAGIA que emana en cada una de sus manifestaciones socio culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico.
Efectivamente los Pueblos Mágico de México han estado ahí por mucho tiempo, esperando el reconocimiento de sus valores y riqueza histórica cultural. Su autenticidad, su mexicanidad, su encanto ancestral, sus colores y olores, sus pobladores, sus singularidades en conjunto requieren hoy de su revaloración, de elevarlos a un estadio de distinción, como un icono del turismo de México.
Un Pueblo Mágico es hoy un símbolo distintivo, una marca turística reconocida y es deber de todos los actores que favorecen su desarrollo turístico, mantenerla en el más alto nivel de respeto y cumplimiento.
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